miércoles, 27 de noviembre de 2013

LOS COMPORTAMIENTOS DE UN PUG

Los pugs bien entrenados y adecuadamente socializados no son animales agresivos. Al igual que cualquier perro, pueden morder, pero es raro que esto ocurra sin mediar maltrato hacia el animal. Los pugs hacen honor a su lema "multum in parvo" y no se amilanan ante perros de razas más grandes, lo cual los puede meter en problemas.
Ante los seres humanos, tienden a mostrarse juguetones y buscan la interacción. Sin embargo pueden mostrarse recelosos ante los extraños, y anunciar con sus ladridos la presencia de personas desconocidas. Si bien por su tamaño no son perros guardianes, sí son buenos "perros de alerta o alarma".
Los pug muestran un moderado nivel de inteligencia, siendo capaces de emplear sus cortos hocicos y las patas delanteras para obtener objetos fuera de su alcance. Tienden a veces a la tozudez, y no necesariamente acuden cuando se les llama, sino más bien cuando ellos quieren. A pesar de ello no son de alejarse mucho de sus dueños y prefieren la compañía de estos a la de otros perros.
Durante los primeros años de vida los pug pueden ocasionalmente ser hiperactivos (correr, saltar y ladrar constantemente) pero esta característica tiende a desaparecer con los años. Los pug de cinco o más años tienden a ser más tranquilos y a disfrutar más de los sillones que de la calle.





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